lo que empezó como un emprendimiento individual creció con los años al calor del esfuerzo familiar, la visión estratégica y la capacidad de adaptación a un sector tan exigente como cambiante. Hoy, Logística Laurenzano cuenta con más de 120 unidades propias, una red de almacenes y bases operativas de alcance nacional, un equipo profesionalizado y tecnología de última generación aplicada a la seguridad y eficiencia del transporte. Pero detrás de todo eso sigue latiendo la esencia de siempre: una empresa familiar con raíces profundas y vocación de servicio.
Desde su cuartel general ubicado en Pompeya, Hernán Laurenzano, Director Comercial de esta compañía familiar, repasa junto a RA Utilitarios y Pesados en una entrevista exclusiva, los hitos más importantes del recorrido iniciado por su padre en 1959, y cómo hoy enfrentan los nuevos desafíos del transporte, sin perder la esencia que los hizo crecer.
Revista R.A.: ¿Podrías contarnos cómo fueron los inicios de la empresa?
Hernán Laurenzano: Mi papá Antonio arrancó en 1959 con su primer camión. Él es el fundador y presidente de la empresa. Empezó solo, y con el tiempo se fueron sumando más unidades. En los años 70 ya tenía cinco o seis camiones. Fue en esa época cuando comenzó a trabajar con Coca-Cola, primero haciendo distribución urbana y luego transporte entre plantas y centros de distribución. Coca-Cola fue cliente nuestro por casi 50 años, hasta 2010. La empresa creció con esfuerzo, primero con un puñado de camiones, y luego diversificándose. Siempre estuvo él arriba del camión hasta me-diados de los 70 como chofer de uno de los camiones, ahí él se baja del camión y, ya tenía 4 o 5 camiones con choferes. Mi mamá siempre estuvo al lado también, que era la que le conseguía la carga cuando él viajaba, la que facturaba, la que cobraba, le pagaba a los choferes. Siempre fue la que estaba administrando la empresa, una pieza fundamental.
 En los años 90, comenzamos nuestro vínculo con Cervecería Quilmes, un punto de inflexión, donde por ahí más creció la empresa. Por esa época que fue cuando nos incorporamos también mis hermanos y yo a la empresa, empezamos a trabajar con Cervecería Quilmes, que en este 2025 cumplimos 30 años como proveedores y, que hoy es nuestro principal cliente. Por esa época pudimos adquirir este predio de 2000 mts donde tenemos nuestro cuartel principal.
En los años 90, comenzamos nuestro vínculo con Cervecería Quilmes, un punto de inflexión, donde por ahí más creció la empresa. Por esa época que fue cuando nos incorporamos también mis hermanos y yo a la empresa, empezamos a trabajar con Cervecería Quilmes, que en este 2025 cumplimos 30 años como proveedores y, que hoy es nuestro principal cliente. Por esa época pudimos adquirir este predio de 2000 mts donde tenemos nuestro cuartel principal.
R.A.: ¿Son una empresa familiar, y son tres hermanos, cuáles son sus funciones? 
H.L.: Verónica en administración y finanzas, Nicolás en operaciones y mantenimiento y yo en el área comercial, somos tres hermanos, y cada uno encontró su lugar en la empresa, seguimos siendo una empresa familiar, porque seguimos tomando decisiones juntos.
R.A.: ¿Fue Cervecería Quilmes: el cliente que les marcó un antes y un después? 
H.L.: El gran punto de inflexión llegó en 1995, cuando comenzamos a trabajar con Cervecería Quilmes, una relación comercial que no solo se mantiene vigente, sino que se ha fortalecido con los años. Ese fue un salto enorme para nosotros. Comenzamos con una operación de cisternas para transportar cerveza a granel desde Buenos Aires hasta Tucumán. Teníamos 20 unidades dedicadas exclusivamente a eso. Era una operación crítica, porque los camiones tenían que llegar cada tres o cuatro horas para que no se de-tuviera la línea de embotellado. La operación fue tan exitosa que derivó en la apertura de una base propia en Tucumán, que aún hoy permanece activa y emplea a unos 40 choferes locales. Actualmente realizamos entregas a supermercados, operaciones de tanque cisterna para transportar a granel, distribución de envases vacíos, cristalería, latas, tapas e insumos, y transporte de productos terminados para su red nacional de clientes, incluyendo a las marcas del grupo como lo es Pepsi.
R.A.: Sin duda, uds. le resuelven todos los problemas que le plantean. 
H.L.: La relación con Quilmes nos permitió crecer no solo en volumen, sino también en estándares de calidad. Tienen un sistema muy riguroso para evaluar a sus operadores logísticos, nosotros nos adaptamos a lo que necesitan, Quilmes mide todo, excesos de velocidad, cumplimiento de turnos, eficiencia de carga, seguridad, puntualidad, inclusión, y huella de carbono. Tenemos conductoras en la flota, unidades escalables y bitrenes, trabajamos en la clasificación de envases y en operaciones complejas que requieren coordinación, precisión y mucha flexibilidad. Los resultados de esa exigencia se ven en los premios obtenidos. De cinco años del programa de calidad de Quilmes, ganamos el primer puesto en cuatro. Incluso nos invitaron a Brasil, a visitar las plantas de Brahma en Río y San Pablo y conocer las buenas prácticas de otros operadores. Fue una experiencia muy enriquecedora.
 
R.A.: ¿Cómo está constituida la actual flota?
H.L.: Logística Laurenzano opera con una flota de 120 camiones propios, cada uno con su equipo, utilizamos mayormente siders, a los que se suman unidades de terceros integradas en nuestra operación. De los 120 un tercio más o menos más son Mercedes-Benz.
R.A.: ¿Cómo es la relación de Laurenzano con Mercedes-Benz?
H.L.: Hay marcas que no solo proveen vehículos, sino que se convierten en parte de la historia de las empresas que los eligen. Ese es el caso de Mercedes-Benz y Logística Laurenzano, cuya relación comercial comenzó hace décadas y, aunque tuvo una pausa, volvió con fuerza en los últimos años gracias a la calidad, la eficiencia y la cobertura nacional de la marca.
Mi viejo tiene una debilidad con el 1114, no fue su primer camión, pero sí el que más lo marcó. Para él, el 1114 era el camión ideal, noble, irrompible, lo lleva en el corazón hasta el día de hoy, y prefiere un 1114 antes que un Actros. Fue el camión que marcó una época. El que nos enseñó lo que era un buen vehículo. Y por eso, aún hoy, mi viejo lo recuerda como el mejor de todos, eso no lo compras con nada. Por algo tenemos un 1114 guardado de reliquia. En los años 70 y 80, Laurenzano incorporó varios modelos de la marca: Tuvimos 1114, el 1521, el 1526, los de trompa como el 1938 y el 1941. Era chico, pero los recuerdo bien. Sin embargo, en los años 90, cuando la lógica del transporte cambió hacia maximizar el volumen de carga, los camiones de trompa perdieron lugar. La trompa nos quitaba espacio útil. Eran dos pallets menos de mercadería. Entonces dejamos de comprar Mercedes durante un tiempo. La vuelta se dio en 2019, de la mano de la nueva generación de vehículos. Volvimos a establecer relación comercial con Mercedes-Benz con las líneas Actros, Axor y Atego, y realmente fue un gran acierto. “El producto es excelente, y la red de posventa es insuperable.”
R.A.: ¿Cuáles crees que son sus principales atributos para elegirlos?
H.L.: En un país donde la operación logística implica recorrer miles de kilómetros, contar con asistencia técnica en cada rincón es un valor diferencial. Vamos a Jujuy, a Río Gallegos, a Misiones, y en todos lados tenemos concesionarios oficiales. Para nosotros, eso es impagable. Tenemos contratos de mantenimiento con Mercedes, lo que nos da una flexibilidad bárbara. Si un camión de Tucumán necesita servicio, lo hace allá; si está en Buenos Aires, lo hace acá. Es una tranquilidad total. Mercedes tiene muchas ventajas: bajo consumo, gran confort para el chofer, seguridad activa como freno autónomo y cámaras de punto ciego, a eso se suma una ventaja que el transportista no puede ignorar, tiene el mejor valor de reventa del mercado. Y eso también hay que considerarlo a la hora de renovar flota.
R.A.: ¿Cuáles son los principales modelos que utilizan?
H.L.: Hoy, operamos con distintas líneas de la marca, cada una ajustada a una necesidad concreta: los Actros 2548 y 2545, pensados para operaciones de larga distancia con cargas escalables o bitrenes de hasta 75 toneladas. Los Atego, que se utilizan para transportar envases vacíos u otras cargas livianas. Son camiones con muy buena relación precio-calidad, ideales para lo que necesitamos. El Actros 2548 que incluye, además, cámaras en lugar de espejos y una heladera bajo cabina, un detalle valorado por los conductores en viajes largos. El motor, la transmisión, la cabina, son las mismas que en el 2545. Pero el 48 tiene esos agregados que hacen la diferencia en confort y tecnología. Además tenemos que destacar la relación cercana con el concesionario Besten, fundamental para cerrar operaciones y mantener la operatividad. Con Besten tenemos una relación excelente. Siempre predispuestos, buscando soluciones, acercando las partes para que las operaciones salgan. Esa cercanía vale oro.
R.A.: ¿En cuanto a tecnología en los camiones que sistema utilizan?
H.L.: Uno de los diferenciales de la empresa es su inversión sostenida en tecnología aplicada a la gestión y seguridad. Todas sus unidades están limitadas a 80 km/h, y se prohíbe circular entre las 23 y las 6 h, salvo casos excepcionales. Además, cada camión cuenta con sistemas de monitoreo satelital como Fleetboard y Geotab, que permiten evaluar en tiempo real consumo, maniobras bruscas, jornadas, descansos y más. La información que brindan estos sistemas nos permite trabajar en la mejora continua de nuestros choferes. Hacemos rankings, damos devoluciones, y capacitamos de forma personalizada. También contamos con cámaras embarcadas que registran los trayectos y pueden servir como prueba ante incidentes.
 
R.A.: con respecto a los choferes, tienen programas de capacitación?
H.L.: A nivel formación, tenemos un programa anual de capacitaciones prácticas, con enfoque en manejo defensivo, prevención de vuelcos, alcohol y drogas, y normativas viales. Incluso trabajamos con la Fundación Ecos, ofreciendo charlas de concientización desde una perspectiva humana y emocional. El chofer tiene una enorme responsabilidad. Está manejando un arma de 50 toneladas a más de mil kilómetros. Por eso invertimos en formación, y también en generar una cultura de respeto, responsabilidad y escucha activa. Hacemos reuniones semanales, compartimos alertas viales por WhatsApp, y valoramos mucho lo que nos dicen los que están en la ruta.
R.A.: Este año ¿están en proceso de renovación de flota o incorporar más unidades?
H.L.: En cuanto a la flota, la empresa se encuentra en proceso de renovación. Incorporamos bitrenes de 60 toneladas para maximizar carga y minimizar emisiones, además de unidades Actros y Axor de Mercedes-Benz, con contratos de mantenimiento en red, lo que les permite operar en cualquier punto del país con respaldo técnico. Queremos aprovechar al máximo la capacidad de carga sin depender solo de autopistas hoy estamos en proceso de incorporar 12 nuevas unidades, algunas para renovar, otras para proyectos nuevos que estamos evaluando.
R.A.: ¿Podrías adelantarnos algo de esos proyectos?
H.L.: La empresa realiza rutas de larga distancia por todo el país, incluyendo zonas del NOA, NEA, Cuyo, la Patagonia y corredores internacionales hacia Chile y Uruguay. El contexto actual obliga a mirar más allá del consumo masivo, que viene en baja. El año pasado caímos un 20% en volumen y no logramos recuperar, por eso estamos evaluando abrir una nueva base y entrar al transporte de arena en Vaca Muerta o insumos para la minería, ir al norte por el litio. La decisión no es menor: implicaría renovar parte del parque, adquirir bateas o semis con baranda, y formar personal especializado. Creemos que el futuro del país pasa por esos dos sectores: minería y energía. Tenemos que estar donde está el trabajo. Pero lo vamos a hacer con la misma seriedad con la que trabajamos siempre.
R.A.: Actualmente ¿cuántas bases operativas tienen?
H.L.: En Soldati contamos con un predio de 10.000 m² como base operativa, mientras que en Burzaco y en el Mercado Central disponemos de dos almacenes de igual superficie, uno de ellos totalmente dedicado a Quilmes.
R.A.: ¿Una última reflexión?
H.L.: A pesar de los cambios, los vaivenes del mercado y las transformaciones tecnológicas, Logística Laurenzano mantiene intacta su esencia: la de una empresa con corazón familiar y mentalidad de mejora constante. Nuestra filosofía no cambió: dar un servicio de calidad, cumplir con el cliente y cuidar a nuestra gente. Eso lo aprendimos de nuestro padre y lo seguimos aplicando. Hoy somos más grandes, más modernos, pero seguimos siendo los mismos de siempre, con los pies en la tierra y la vista en el camino.





 
				
 
				 
	       
	       
	       
	      














